Parte de la fama de los bares de azotea de la ciudad, se debe a esa película, y mucha gente no perdona vivir esa experiencia cuando está visitando la capital del Reino de Tailandia. En especial, la fama que ha cobrado el bar que aparece en la película (Sirocco Bar), ha sido increíble, y los turistas llegan a abarrotar el mismo por las noches, a pesar de sus exorbitantes precios.
Existen muchos otros bares, con similares características por todo Bangkok, incluyendo por supuesto la increíble vista de la ciudad, que es su principal atracción. Sin embargo, la mayoría de ellos suele cobrar un cover para poder entrar, te exige ir vestido de una forma “semi-formal” para poder entrar (sin zapatillas deportivas, sandalias o ropa muy casual), y los precios de las bebidas son sumamente elevados.
Cuando estuve en Bangkok, conocí a muchas chicos y chicos, que morían por entrar al Sirocco (por aquello de la película), u a otro bar con similares características, y llegaban hasta a comprar zapatos y ropa de vestir para poder hacerlo. La primera vez que yo estuve por la ciudad, la verdad es que vi toda esta clase de cosas que se tenían que hacer para poder ir y conocer uno, y sumado con mi poca actitud fiestera de toda la vida, la verdad es que ni siquiera hice un esfuerzo por entrar a alguno.
Sin embargo, cuando volví tiempo después, conocí a una chica de Perú que deseaba conocer uno antes de irse de Tailandia, así que decidimos buscar alguno al que pudiéramos ir y no fuera tan caro. Nos estábamos hospedando cerca de la llamada zona financiera de Bangkok, y descubrimos una excelente opción muy cerca para poder ir a un bar de azotea, sin necesidad de vestirnos formales y sin gastar un solo baht. A continuación te la platico:
Encontramos en internet, que podíamos ir a comer y/o beber algo en el bar de la azotea del hotel Marriott de Bangkok, que quedaba muy cerca de nuestro hostal, y que decían las recomendaciones, tenía muy buena vista de la ciudad, así que, una de nuestras últimas noches en Tailandia, decidimos ir a conocerlo.
Como lo he platicado mucho, soy una mujer que viaja muy ligero, y solamente suelo llevar un par de zapatos (tennis casi siempre por la comodidad), así que cuando mi amiga me dijo que íbamos a ir a un bar de azotea, era ponerme mis zapatillas deportivas o las sandalias que llevaba para la playa. Me decidí por las segundas, me puse unos jeans, y una playera, el look más casual de la vida, mi amiga optó por un vestido que traía, y así nos encaminamos al hotel.
Caminamos alrededor de 5 minutos antes de poder ver la estructura del hotel Marriott enfrente de nosotras. Entramos, y nos subimos a uno de los muchos elevadores y ahí apretamos el botón del último piso, cuando llegamos, una señorita nos preguntó si íbamos a cenar algo, a lo cual contestamos que no, y nos encaminó a un segundo elevador, en dónde subimos todavía más pisos.
Otra señorita muy amable adentro del elevador, nos indicó cuando habíamos llegado al bar, se abrieron las puertas y nos dijo que tuviéramos una buena noche. Con el solo hecho de salir del elevador, observamos la preciosa vista que se asomaba del último piso del hotel, y quedamos asombradas al instante.
Subimos a la terraza, en dónde mucha gente disfrutaba de la música de un dj, y bebían tragos con sus amigos, y caminamos hacia una de las esquinas. Nos quedamos paradas ahí un buen rato, simplemente viendo a Bangkok de noche, en ningún momento nos dijeron que nos moviéramos o nos ofrecieron mesa, así que nadie nos molestó.
Después de alrededor de media hora, nos despedimos de la hermosa vista de toda la ciudad con sus rascacielos, templos, y luces, y emprendimos el camino de regreso a nuestro hostal. Como puedes leer, no gastamos ni siquiera un baht, pudimos observar una vista increíble, y nos despedimos de Bangkok de la mejor manera posible.
Ahora ya sabes de una opción que puedes aplicar cuando vayas a Bangkok, y quieras conocer un bar de azotea en el que puedas tener una hermosa vista panorámica de la ciudad, sin gastar prácticamente nada. Obviamente que también puedes ir y echarte unos buenos tragos, mientras disfrutas de una buena compañía y una vista excepcional, y si lo haces, brindas a mi salud.